Hace un año que yo fui de vacaciones a Quito para visitar a mi buen amigo Julio. El vuelo de Miami a Quito duró sólo cinco horas. A mí me interesó mucho el viaje y saqué fotos aéreas de Cuba y Panamá. Eran las nueve de la noche cuando yo llegué al aeropuerto donde pasé por la aduana sin ningún incidente.

Yo estuve en el Ecuador por una semana. Cada día yo hice algo interesante. Un día nosotros andábamos por el centro histórico de Quito y fuimos al Museo de Arte Colonial y a la Iglesia de la Compañía. Julio estaba muy cansado después de andar tanto. Mientras él descansaba en un café al aire libre y comía empanadas de carne yo subía en taxi al Cerro del Panecillo donde vi la bella estatua de la Virgen de Quito.

El sábado Julio quería ir por autobus al pintoresco mercado de Otavalo.Me dijo que Otavalo es la feria indígena más famosa de Sudamérica. ¡Había mucha gente en el mercado ese día! Mientras nosotros dábamos un paseo por las estrechas calles del mercado charlábamos con los vendedores indígenas. Yo no los entendí cuando me hablaron en quechua.

Antes de volver a Maine yo necesitaba comprar regalos para mi familia. Yo compré unos tejidos bonitos para mi hermana, un cuadro de Tigua para mi madre, un sombrero "Panamá" original para mi padre, y una chompa para mí. Yo no pagué demasiado dinero porque regateé con los vendedores. Antes de regresar a Quito yo almorcé cerdo asado y chicharrón en el mercado porque tenía mucha hambre. ¡Qué sabroso! ¡Estoy seguro de que algún día voy a volver al Ecuador porque me divertí tanto en estas vacaciones!